El enfoque personal de este apasionado de la tecnología ha cambiado el mundo de la joyería tradicional dándole un nuevo impulso, puesto que las creaciones de André Benitah no dejan a nadie indiferente. Sus joyas, alianzas de oro, de resina, piedras preciosas y diamantes, con como él: apasionado por sus colores y volúmenes e innovador en la materia. El resultado es intenso, poético y valioso.

La carrera de André Benitah no estaba destinada a la joyería. Tras terminar sus estudios técnicos, trabajó durante varios años para el sector de la carrocería del automóvil, los cascos de los barcos y el carenado de motos. Acostumbrado a trabajar con resina, y seducido por este material y sus múltiples posibilidades, decide incorporarla a la joyería y realiza sus primeros anillos en 1975.

De niño, a André Benitah le encantaba hacer pequeñas miniaturas con el barro y la arcilla. Esta misma pasión le lleva a investigar sobre las propiedades de la resina hasta obtener el producto perfecto, irrompible y resistente al tiempo. La fórmula, guardada bajo llave, le permite, en 1985, reanudar su actividad como joyero. La prensa se interesa rápidamente por este precursor.

Si las primeras joyas se realizaron, principalmente, en resina negra, recordando al ónix, hoy brillan miles de colores delicadamente matizados para responder con exactitud a las tonalidades de las piedras preciosas.

En efecto, el éxito de André Benitah reside dentro de selección espectacular de colores que ofrece a las mujeres. Imaginando siempre nuevas tonalidades para unir resina y piedra en un dúo elegante y sensual, donde esculpe el material hasta obtener la pieza perfecta.

El creador, amante de la técnica, no duda en hacer sus propias herramientas que le permiten satisfacer las necesidades propias de la fabricación. Así mismo, su estudio alberga máquinas poco utilizadas en la joyería tradicional.

A día de hoy, André Benitah es un nombre reconocido dentro del sector de la joyería en Francia, resto de Europa, Japón, Estados Unidos, Oriente Medio, América del Sur…

Las joyas de André Benitah atrapan la luz en una alegoría de oro y colores. Pequeñas obras maestras de pasión y perfección.